Sinceramente aquel lugar me partió el alma. En su época este magnífico molino forjó parte del explendor de la provincia, pero no era aquel instante. La "piedra de molino" recubierta por una estupenda carcasa de madera sobre dicha estructura todo el mecanismo yacía todavía armado pero en condiciones decepcionantes, la estructura de la piedra estaba desencajada y parcialmente desmontada, trozos de vigas de madera noble ajada desperdigads por el lugar, presagio del tiempo que le quedaba. La entrada era quizás de lo más espectacular constituida por un arco de mampostería y entre cada laja "una de cal y otra de arena", literalmente. Este es quizás otro de los muchos que permanecen en el olvido de la mayoría de las mentes que ensimismadas solo se preocupan de sí mismos y de nada más...
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