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domingo, 11 de diciembre de 2011

cortijada olvidada

 tragada por un campo eólico y medio en ruinas esta cortijada resiste el avance de la sociedad, recordándonos nuestros orígenes.

Sin pensarlo mas,entramos y como en cualquier otro lugar empiezan las sorpresas...
Justo a la entrada de una de las estancias,ya encontramos pequeñas reliquias de la época,en la cual tras una gran entrada encontramos una habitación principal que se dirige hacia otras secundarias.
dos pequeñas habitaciones,tras una puerta de madera gruesa y por supuesto sin falta de reliquias, tales como este lebrillo de cerámica con bonitos motivos ocultos durante décadas.
  en otra de las estancias había  unas cuantas y curiosas sillas de esparto cada una con un intrincado  entrelazado,muestra de la imaginación del artesano.
e aquí un detalle de los mismos.
normal
en rombo

entrelazado.

 Ademas,una cantarera y un par de trebedes medio oxidados y quemados,ademas dicha sala albergaba una reliquia de la ingeniería de la época un tanto... en fin juzguen ustedes mismos.
se trataba de esta descomunal chimenea,que con 5 metros de largo por dos de ancho,debió de calentar bastante durante los días de pleno invierno,en donde las temperaturas pueden bajar hasta -0º
 las sucesivas capas de pintura de su dintel,ahora saltan como escamas,creando un abanico de colores y formas abstractas.
aquí y en el resto de las estancias,se podía encontrar decenas de alacenas como esta,en las que todavía quedaba algún recuerdo olvidado.
sobre una pared tapiada,sobresalían estos zapatos como si con su ultimo aliento pidieran ser recordados...

tras investigar el primer piso decidimos subir al segundo por unas angostas y tétricas escalinatas...
 en una de las habitaciones,aunque desordenado todo quedaba la cama,una butaca y un puñado de cómics sobre una alacena tapada por una cortina.
 este póster de sierra nevada,con una fecha: 1987
 la otra habitación se había derrumbado por completo,cosa que no nos impidió echar otra curiosa foto.
se trataba de un ejemplo de utilización de los recursos naturales muy bueno ademas de un ahorro enorme en materiales.
 finalmente salimos una pequeña "calle" formada por las demás estancias a ambos lados.
entramos en otra estancia la cual creemos un garaje o algo por el estilo, debido a la cantidad (ni se la imaginan) de aperos y demás trastos indispensablemente necesarios en un cortijo.
acumulada y olvidada en un rincón,se encontraba esta madeja con cientos y cientos de metros de guita,que pacientemente espera ser utilizada...

Ademas de eso,cientos de jaulas para pájaros,aperos de labranza, troncos cortados,paja acumulada y bajo el techo derruido incluso un arado moderno...
 y como en todo cortijo,una imagen santa mas,en este caso el cristo de bacares con la siguiente frase: "yo soy la resurrección y la vida,quien crea en mi aunque hubiere muerto vivirá" apenas leible a pie de foto.
 salimos con una humilde sonrisa por haber cumplido con nuestro trabajo,el de evitar que algo caiga en manos del olvido.

y finalmente la ultima estancia en donde una talla en la pared nos resolvió su misterio.En la placa ponia: Años: 1910-1937 y finalmente una huella de una mano adulta.
 sin entretenernos,entramos a una de las estancias en donde este ventanal,nos saluda iluminando la habitación con sus "candiles"
la mayoría de las estancias estaban repletas de artilugios de esparto,que serenamente y admitiendo su trágico fin se rinden ante el ejercito del tiempo.
 pequeñas joyas del olvido brotaban por todas partes como si resurgieran de sus cenizas
 en el suelo un viejo cesto,echo con paja de centeno antecesora del esparto,recordaba tiempos ahun mas lejanos como un anciano en medio de la juventud que nos cuenta una historia,para que la recordemos y no se olvide jamas.
las coloraciones,el entrelazado y las texturas juegan con la vista como un juguete con el que unos niños pequeños se divierten.
 esta curiosa arandela nos daba la despedida para siempre sin poder hacer otra cosa que observar nuestro partir...
 le queda poco tiempo de vida,pero al menos ya existen y existirán pruebas de lo que un día fue una cortijada descomunal y de los recuerdos que alli todavía permanecen.
las ojas de los arboles de la entrada caen mientras sus dueños ven como su lugar de origen se desmorona lentamente dejando paso al tiempo que tarde o temprano nos consume a todos.

4 comentarios:

  1. Como siempre ¡impresionante!, parece virgen muy bueno la cortijada pero falta iglesia¡ :) Saludos¡¡

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  2. eso ya era pedir demasiado jajaja
    muchisimas gracias

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  3. Esta entrada en concreto me ha gustado mucho.
    Es como si me hubiese transportado al tiempo en el que el cortijo se encontraba en todo su auge.
    Maravilloso trabajo. ¡¡Enhorabuena!!

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  4. esto no seria posible sin el apoyo de todos y en especial el del resto del grupo
    muchas gracias en general,no pretendo ganar pasta sino simplemente intentar que la sociedad consumista de hoy en día recuerde sus orígenes mas humildes y que mejor forma de hacerlo que la infiltración urbana la cual no es,al menos para mi, un deporte sino una forma de vida.

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