El crimen de Gador

La leyenda del hombre del saco. Parece una de esas leyendas imposibles que nos han inculcado y asustado desde pequeños, pero lo cierto es que la leyenda tiene nombre, apellidos y un lugar de los sucesos.

Esto es lo unico que queda del escalofriante cortijo de San Patricio, el lugar de los hechos, respetado por todo el pueblo es considerado como un lugar maldito, en el que se dice que el espiritu del "moruno" sigue esperando a que algun niño desprevenido caiga de nuevo en sus manos; y donde se escuchan los lamentos de sus víctimas.

Francisco Ortega, también conociedo como "el moruno", fue quien hizo semejantes atrofidades con niños de temprana edad. Y hay fotos que lo testimonian perfectamente, como por ejemplo los hermanos pequeños observaban como sus hermanos mayores se les extraian las pupilas en en un intento de operación desesperada y sin anestesia alguna. Otros eran sometidos a una lámpara de rayos UVA con el fin de observar cuanto tardaba un cuerpo en carbonizarse lentamente tras una larga agonía. ¿Qué si esto era rentable? Buenos, pues por cada niño raptado obtenia 30.000 pesetas. ¿Fue el único imputado en el asesinato? Pues lo cierto es que no, "el moruno" era barbero y enfermo de tuberculosis, que desesperado, acudió a una curandera Agustina Rodríguez. Quien a su vez le recomendó al barbero y curandero Francisco Leona, el cual ya tenia antecedentes penales, y al que a cambio de 3.000 pesetas, le reveló el "secreto" de la cura.
La cual consistía en beber sangre fresca de un niño, extraerle las grasas vivo y untarselas por el cuerpo. Asi fue como Agustian y su hijo "el tonto" se ofrecieron a elegir al niño, y asi fue como la tarde del 28 de Julio de 1919 secuestran a Bernardo González parra de 7 años de edad, y lo llevan hasta un lugar alejado, en donde se le practicó un corte y se mezclo su sangre con azucar para que "el moruno" la bebiera. Después, "el tonto" le extrajo las mantecas vivo al joven y las unto por el cuerpo del paciente. Finalmente se golpeó al joven con una roca, provocándole la muerte. Cuando los cuerpos de seguridad encontraron el cuerpo del joven, tenía el cráneo completamente destrozado. Dos de los imputados fueron ejecutados, "el tonto" fue absuelto de todo cargo por considerarle deficiencia mental. Leon fue condenado a garrote, pero murió en prisión.