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viernes, 26 de agosto de 2011

A la sombra de un almez

Antes de comenzar este reportaje, quisiera que vieran esta foto de los 80:

Y ahora esta, del mismo lugar actualmente:



Saquen las conclusiones ustedes mismos.
La vista de la solana está sostenida por dos columnas laterales de planta rectangular. El techo estaba sostenido por una viga central y varias laterales atados con guita de esparto. Esta nave albergaba el único tesoro original de la casa, un catre de madera noble que hace 200 años debió de sostener un colchón de la mejor lana del ganado de la famila, y una jarapa. Otra característica antes nombrada era el fuste de dimensiones descomunales que sostenia el techo. 14 metros estando tallado, ¿qué dimensiones alcanzó aquel pino? Los lugareños hablan de un descomunal pino de 25 metros. Esto también me ace pensar en el egoísmo humano que es capaz de cambiar el ecosistema a su antojo.

En el segundo piso había dos habitaciones, una de ellas con un gran ventanal y en la otra una chimenea. La del gran ventanal se trataba de un dormitorio y la otra una sala de estar.

La entrada era esta tras un arco de manpostería. Había cuatro puertas. La de entrada a la casa tenía unos escalones, las otras tres puertas eran de los corrales y los atrojes, lugar fundamental de la casa donde se conservaba el grano recojido tras la cosecha.


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