Del complejo en si,apenas quedan las paredes,tan solo las descomunales chimeneas de combustión,sigen imponiéndose sobre el paisaje.
En la caseta de la maquinaria,no hay rastro de la misma...
Solo quedan 4 o cinco tornillos,que fieles a la función que se les otorgo,siguen anclados...
Pero aun guarda un misterio debajo de la sala de maquinaria,se trata de estos dos orificios,cuya función se ha transformado en misterio y el cual,ha decidido llevarse a la tumba.
Finalmente,retrocedemos hacia las descomunales escombreras de un color rojo pardo,en las que con suerte, se encontraban con facilidad,fragmentos de azufre plástico de considerable tamaño,que resaltan como en una explosión de color,ademas de una pendiente considerable y como no,el típico hedor a azufre.De momento todavía quedan vestigios mínimos y no tan mínimos del funcionamiento de las famosas minas de azufre de la partala, y ahora tras este breve recorrido quedan inmortalizadas para las generaciones venideras.
Tienes razon, me gusta mucho la entrada del fraile y es verdad. Esperemos que lo reformen porque para un monumento que tenemos en nuestra zona...
ResponderEliminarno,si esto es estar entre dos puñales,si lo reforman a tomar x saco de una forma y si no a tomar por saco de otra.
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